El Salvador registra, desde el 18 de enero pasado, una baja sostenida en los casos confirmados de COVID-19. El Gobierno del Presidente Nayib Bukele con todas las acciones sanitarias de prevención, además, la colaboración de la mayoría de la población, ha logrado tener bajo control la pandemia.
Un poco más de un mes ha transcurrido con la disminución gradual de las personas contagiadas detectadas cada día por medio de las pruebas PCR, tomadas en los tamizajes comunitarios en todo el país.
El Ministerio de Salud por medio del Equipo Interdisciplinario de Contención Epidemiológica (EICE) de El Salvador toma cada día un aproximado de entre 1,400 y 1,500 pruebas PCR (Reacción Inmediata de la Polimerasa, por sus siglas en inglés) con un 99.99 % de certeza en el diagnóstico.
En el resumen de los casos de COVID-19 reportados el domingo se detalla que fueron detectados 164 nuevos contagios, además, 225 recuperados, 8 fallecidos y fueron tomadas 2,457 pruebas PCR.
La estrategia de salir a buscar a las personas contagiadas ha sido de mucha ayuda para el equipo de epidemiólogos porque cuentan con una herramienta de medición que les permite detectar en cuál zona del país hay un comportamiento atípico del virus, de esta forma reaccionar oportunamente con acciones sanitarias para limitar la propagación hacia otras localidades.
El Salvador obtiene el reconocimiento, de parte de la comunidad internacional de médicos, por el buen manejo que se ha hecho de la pandemia. Son admirables las estrategias gubernamentales implementadas como la entrega de miles de kits con medicamentos y vitaminas a personas con sospecha de ser portadores del virus.
También el país destaca en el mundo por haber habilitado en tiempo récord el Hospital El Salvador, el centro especializado para la atención de pacientes COVID-19 más grande y moderno de Latinoamérica.
En contra de los grupos detractores y de la oposición política al Gobierno, el país está saliendo adelante y reporta las menores afectaciones de la pandemia en la región.
