El reconocimiento dentro y fuera de las fronteras que han recibido las medidas sanitarias para manejar la pandemia de COVID-19 en el país es un reflejo de que las decisiones que tomó el Presidente Nayib Bukele han sido acertadas, pese a que las boicoteó la ex Sala de lo Constitucional, en compañía de la legislatura anterior, reduciendo todo al Código de Salud y limitando las posibilidades para enfrentar la crisis.
Sin embargo, con el golpe a los mecanismos legales como la Ley de Emergencia, el Régimen de Excepción, los cercos sanitarios y la solicitud de pruebas de COVID-19 para entrar al país, lo que se demuestra es que la estrategia de la ex Sala era minar el derecho de la vida de los salvadoreños, algo fundamental consagrado en la ley primaria que los exmagistrados vulneraron.
El gobernante salvadoreño, no obstante, se mantiene como el mandatario que proyecta la mejor imagen y las mejores decisiones en cuanto al manejo de la pandemia del COVID-19, por encima de países de América Latina como Chile, Argentina, México, Ecuador y Brasil, que están enfrentando nuevas olas de contagios.
De este modo, estrategias como el Plan Nacional de Vacunación y el Megacentro de Vacunación, los tamizajes comunitarios, el Hospital El Salvador y otras, fortalecen la lucha contra el virus, que continúa en el territorio nacional por lo que no hay que bajar la guardia y seguir con las medidas sanitarias.
Por último, el Gobierno del Presidente Bukele considera que, con la nueva Asamblea Legislativa y los recién sustituidos magistrados de la Sala de lo Constitucional, habrá una mejor articulación y entendimiento a favor del derecho a la vida y la salud de los salvadoreños, en sintonía con leyes y políticas que contribuirán que la ciudadanía siga recibiendo atención de calidad y bienestar.