Los programas de protección social que impulsa el Gobierno del Presidente Nayib Bukele han cambiado la manera de proveer servicios de alta calidad a la población. Gracias al trabajo coordinado de las instituciones, ahora es posible atender demandas históricas y garantizar derechos que habían sido olvidados.
Por ejemplo, el Sistema Nacional de Vivienda trabaja en cuatro iniciativas de ayuda mutua para la construcción de casas y apartamentos, un modelo innovador que permite incluso darle mayor autonomía a las comunidades. Hasta el momento, son estos proyectos: el de las Iberias Unidas, el de la Comunidad El Espino, el de Nuevo Cuscatlán y el que forma parte de la rehabilitación del Centro Histórico de San Salvador.
Entre los cuatro, serán 831 grupos familiares que pasarán de vivir en incertidumbre y vulnerabilidad a tener un techo seguro, en un entorno que mejorará la convivencia.
Los procesos para concretar las obras ya están en marcha. En el caso de El Espino, de hecho, ya está el primer grupo de familias instaladas en su nuevo sitio de habitación. Un amplio porcentaje de las familias beneficiarias están lideradas por mujeres, con lo que también se extiende el apoyo del Gobierno a un grupo muy vulnerable que no había tenido estas oportunidades antes.
El trabajo coordinado entre instituciones ha sido determinante para conseguir avances desde los primeros meses de gestión. Por ejemplo, las viviendas que van a erigir en las Iberias Unidas forman parte de las acciones incorporadas en la fase II del Plan Control Territorial. A pesar de que persisten los obstáculos de la oposición política para financiar esta fase, el Presidente Bukele ha dado la instrucción de llevar soluciones con esfuerzos articulados y así es como se ha hecho.
Pronto, con la nueva legislatura, vendrán más fondos y herramientas jurídicas para emprender otros proyectos de impacto social positivo.