El Presupuesto General de la Nación es la herramienta más eficaz para la estrategia económica y social de un país. En el caso de El Salvador, el plan de gastos presentado para 2021 lleva un histórico componente social que supera los $3,000 millones. El Gobierno del Presidente Nayib Bukele reitera que la discusión de este instrumento es vital, ya que de su correcta distribución depende lograr el objetivo de superar la crisis que enfrentó el país a partir de la pandemia.
El Presupuesto para 2021 es de $7,453.5 millones, y contempla un incremento importante en las áreas de Salud, Educación y Seguridad. El plan de gastos lleva consigo varios mecanismos, entre ellos programas sociales, proyectos de inversión pública, salarios y otros.
El Presidente Bukele ha sabido imprimir a este proyecto de presupuesto su estilo en favor de las mayorías, además de la apuesta por lo social teniendo como un objetivo clave el desarrollo de los sectores más vulnerables, sobre todo en el marco de la emergencia sanitaria. Se trata de un proyecto basado en proyecciones reales y tomando en cuenta la sostenibilidad de las finanzas públicas.
Con este plan de gastos se garantiza, además, que los bienes y servicios lleguen a la población para potenciar el desarrollo de la economía familiar y mejorar la calidad de vida de todos los salvadoreños. De ahí la importancia de que su discusión se haga con una base técnica, reivindicando sectores olvidados por décadas.
Esto se traduce en mejores escuelas, más infraestructura hospitalaria y servicios básicos de calidad, sin descuidar los programas de atención a sectores vulnerables, así como la mejora de la infraestructura vial, impulso a proyectos estratégicos y la seguridad ciudadana, esta última fortalecida a partir de la implementación del Plan Control Territorial.
A pesar de enfrentar todas las dificultades y bloqueos de parte de la oposición, el Gobierno ha logrado enfrentar con éxito la pandemia por COVID-19 y sigue avanzando en la ruta correcta, pese a todos los desafíos.
