Los estragos que provocó Eta en la región centroamericana exigen actos de solidaridad por parte de los países amigos. La iniciativa que tomó el Presidente Nayib Bukele de ayudar a Guatemala y Honduras, poco tiempo después de que contabilizaron los daños, es la prueba de que el gobernante actúa en función del ideal integracionista de la región centroamericana.
El Gobierno del Presidente Bukele organizó la ayuda de tal manera que se cubran diferentes áreas: tareas de búsqueda y rescate, provisión de alimentos a los grupos vulnerables, servicios de salud a los afectados; además, han aprobado el envío de maquinaria pesada y demás insumos que ayuden a dar una respuesta efectiva. Incluso se ha dado la indicación para que, en cada una de las dos naciones vecinas, la Fuerza Armada salvadoreña levante un hospital de campaña donde se proveerá la atención a los damnificados con personal salvadoreño del Ministerio de Salud.
Ya el jefe de Estado había mostrado su disposición a trabajar por una región más unida y mejor coordinada. Por ejemplo, al tomar su mandato, el Presidente Bukele dio la indicación de agilizar el proceso para instalar el ferri con Costa Rica. Luego de trabajar durante varios meses e incluso con las dificultades que planteó la pandemia por COVID-19, los dos países firmaron un memorando de entendimiento que terminará de dar el impulso necesario a este medio de transporte que beneficiará al flujo de comercio de toda la región.
También el Tren del Pacífico es un proyecto diseñado para avanzar hacia la integración. Las autoridades guatemaltecas han retomado las conversaciones con las salvadoreñas para poder unirse a la ruta de dicha megaobra. Por el momento, todavía se encuentran en la etapa de los estudios previos al diseño formal.
Incluso el aeropuerto de la zona oriental, que también se encuentra en proceso de identificar las empresas que se encargarán de los estudios preliminares, se construirá con la visión de que sea una terminal de carga para los otros países de la región.
De hecho, la búsqueda de una Centroamérica compacta, cohesionada, tiene el peso de una política estatal: el Presidente Bukele encargó al vicemandatario salvadoreño, Félix Ulloa, orientar los esfuerzos necesarios para conseguirlo, a través de un acuerdo ejecutivo.
“Somos el mismo pueblo, dividido por fronteras innecesarias. ¡Que Dios bendiga a Centroamérica!”, expresó el Presidente Bukele, cuando confirmó el envío de ayuda a Honduras y Guatemala. Se prevé que los contingentes salvadoreños, cada uno conformado por 160 personas de diferentes instituciones, lleguen a su destino el lunes por la tarde.