El tiempo corre y queda un estrecho margen de maniobra para incorporar los $50 millones en concepto de contrapartida del FOMILENIO II, que los diputados tienen bloqueados desde hace más de un mes.
“No hay que politizar esto, ya que es un tema de país. Hago un llamado a los diputados a que trabajen por la población”, señaló el Presidente Nayib Bukele. “Los diputados solo deben apretar un botón, que hará posible muchos proyectos que valen más de $50 millones y significaría no llevar al país a una debacle en materia de cooperación internacional”, sostuvo el Presidente
El 10 de noviembre, el Gobierno presentó la iniciativa de ley para distribuir el préstamo 5036 del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), por hasta $250 millones. En esa ocasión fue que se incluyeron los $50 millones pendientes de aportar para etapa final de implementación del FOMILENIO II. Los otros destinos eran productores agrícolas, emergencias y para las alcaldías, esto último a petición de los mismos legisladores. Entonces, quedaban tres semanas para poder avanzar hacia el cierre del programa sin ningún inconveniente.
La comisión de Hacienda llegó a un dictamen favorable para la distribución del préstamo BID, pero pronto se retractaron. Después de que retiraron ese dictamen, cambiaron el origen del financiamiento sin consultarlo con las autoridades del FOMILENIO II.
El bloque de oposición propuso modificar el decreto 640, que ya está ejecutado desde hace varias semanas. Esto significa que los fondos ya fueron utilizados para los fines consignados desde un inicio: el fideicomiso de las mipymes, pago a proveedores y desarrollo económico. “Le estarían quitando el dinero a las empresas salvadoreñas, no al Gobierno. Porque el Fideicomiso no es para el Gobierno, es para las empresas”, reiteró el Presidente Bukele. “Estoy hablando desde los hechos: no es una opinión”, insistió.
Desde entonces, y ocultando los graves errores que han cometido en este proceso, los legisladores de la oposición se niegan a desbloquear los fondos para la contrapartida del convenio.
En esta dinámica, los diputados ya pusieron tres operaciones de financiamiento externo en riesgo. Las tres tienen, como límite, diciembre de 2020 para que se activen los desembolsos. Todas conllevan un marcado componente social y beneficios de largo plazo para población en situación de vulnerabilidad.
“Si hay algo que demuestra que necesitamos una Asamblea que sí trabaje –no para el Gobierno, sino para la población– es esto”, subrayó el Presidente Bukele.
La reticencia no justificada de los diputados, ya que ellos mismos aprobaron la distribución original de los fondos, está generando altos costos al país. El FOMILENIO II ha suspendido de manera temporal cuatro obras de infraestructura, y, además, se paga una cuota mensual por mantener vigente el préstamo BID 5036. Esto sin contar que las comunidades y los empresarios se pierden la oportunidad de beneficiarse con las obras de gran magnitud que ya están en un avanzado estado de construcción. Incluso, la relación de El Salvador con los Estados Unidos puede resultar afectada.
Sin embargo, como hizo con la emergencia sanitaria, el fideicomiso, los productores agrícolas y el apoyo a los damnificados, el Presidente Bukele hallará una solución: “salvaremos FOMILENO II y saldremos fortalecidos de este nuevo ataque. Primero Dios,”, concluyó el jefe de Estado.