El delito de la extorsión ha tenido una reducción de un 26 % en los primeros meses de 2021 en comparación con el mismo período de 2020, según las estadísticas de la Policía Nacional Civil (PNC).
La disminución de la cantidad de denuncias por extorsión está vinculada con las acciones impulsadas por el Plan Control Territorial en un ataque frontal que mantiene la Policía contra la delincuencia, la recuperación de los centros históricos de las ciudades comerciales, donde las pandillas ejecutaban las extorsiones y generaban ingresos para la compra de armas y droga.
De acuerdo con los datos policiales, la extorsión es uno de los 10 delitos considerados de alto impacto o de eficiencia que evidencia una considerable baja en lo que va del año en comparación con 2020, gracias a la implementación de la estrategia de seguridad impulsada por el Gobierno del Presidente Nayib Bukele.
El Plan Control Territorial además de lograr una baja significativa de las extorsiones, reporta un aumento en la cantidad de personas detenidas acusadas de este delito en los primeros meses de 2021 en relación con el año pasado. El incremento de las capturas por extorsión es de 25 %.
Por décadas, el delito de la extorsión afectó a comerciantes, transportistas y productores en todo el país. Los anteriores gobiernos nunca pusieron un alto a las amenazas de muerte hechas por grupos delincuenciales, seguido del cobro de dinero a cambio de no cumplir con la amenaza de muerte a ellos, a sus familiares o a sus empleados.
Las pasadas administraciones gubernamentales permitieron que la delincuencia proliferara, que se aprovechara del miedo y la zozobra que causaban a la población.
La reducción sostenida de los delitos de homicidio, extorsión, hurto y robo de vehículos entre otros ha generado una mayor estabilidad económica en el país, y propicia una mayor inversión económica en El Salvador.