La estrategia de seguridad impulsada por el Gobierno del Presidente Nayib Bukele define acciones concretas para el cierre de cárceles en lugares poblados que significan un inminente riesgo para la población; además de la reducción del hacinamiento con la creación de espacios que permita ampliar la capacidad en otros centros penitenciarios.
“La visión del Gobierno del Presidente Bukele es cerrar cárceles para apostarle a la educación y la cultura como una de las principales medidas de prevención de la violencia”, dijo el director general de Centros Penales, Osiris Luna.
Plan Control Territorial
Desde el viernes anterior, luego de la clausura de los centros penales de Sonsonate, Metapán, y La Unión, los inmuebles están vacíos. El mandatario confirmó que en esos lugares se construirán infraestructuras culturales y educativas para el beneficio de los jóvenes de esas localidades.
“Por décadas las cárceles han estado ubicadas geográficamente en zonas de alta concentración de personas, con una infraestructura inadecuada. Ahora tendremos complejos penitenciarios donde prevalezca el orden, control y disciplina”, detalló Luna.
Con el cierre de los penales también se desactivó el bloqueo telefónico mantenido desde la implementación del Plan Control Territorial en junio de 2019 en las cárceles y sus alrededores.
Con la inhabilitación del servicio telefónico en los penales, el Gobierno impide por completo que desde el interior de las cárceles se ordene la ejecución de delitos en el exterior, como sucedía en el pasado.
Durante la actual gestión presidencial se han clausurado cuatro centros penales en el país, entre ellos el de Chalatenango.
