El período para presentar la declaración del Impuesto Sobre la Renta (ISR), sin enfrentar una multa por retraso, termina el 30 de abril. En los primeros siete días de abril, el Gobierno de la República ha contabilizado 327,239 contribuyentes que ya cumplieron con esta responsabilidad ciudadana.
La recepción de las declaraciones avanza en poco más del 58.23 %, con datos hasta el 7 de abril. Entre todas las que se han presentado, el 63.4 % requerirán una devolución a favor del contribuyente.
El ISR que se presenta este año corresponde a las actividades que generaron ingresos durante 2020. Las personas que reportaron un salario de $472 mensuales como máximo, sin otra fuente de ingreso registrada, están exentas de dicho impuesto y no tienen que presentar declaración.
Falta poco tiempo para llegar a la fecha límite, pero el Ministerio de Hacienda (MH) tiene un servicio ágil que facilita el cumplimiento de este compromiso. Todo el procedimiento se hace desde la página web del MH y, si no hay mayores modificaciones que necesite introducir el usuario, se puede completar en un lapso de tres a cinco minutos. No se reciben formularios impresos ni en físico, solo los que se envíen a través de la Renta en Línea. Las personas que lo hagan después del 30 de abril enfrentarán sanciones ya establecidas en la normativa.
El ISR es una de las dos fuentes principales de ingreso para el Estado. Durante los tres primeros meses del 2021, Hacienda contabiliza una recaudación mayor que la esperada de este impuesto, recolectando $34.1 millones vía declaraciones de ISR. En comparación con el mismo período del 2020, es un aumento del 92.8 %.
Estos datos todavía no reflejan el impacto que tuvo la pandemia en el país. El Presidente Nayib Bukele, como parte de la respuesta ante la expansión del virus, impulsó medidas para proteger la economía familiar y también para darle impulso a la economía desde el Gobierno, al mantener la inversión, agilizar los servicios a los empresarios y estimular el otorgamiento de créditos.
El Gobierno ha mostrado a la población que se puede hacer muchas más obras y prestar mejores servicios con menos recursos. Aunque el Ejecutivo enfrentó la caída en los ingresos como consecuencia de la pandemia, y luego el férreo bloqueo político de los diputados opositores a los desembolsos de préstamos, el liderazgo del Presidente Bukele permitió cumplir los compromisos adquiridos y salvar miles de vidas.