La curva de los casos de contagios de COVID-19 que tiene registrada el Gobierno del Presidente Nayib Bukele, desde la detección del primer caso confirmado de la enfermedad el 18 de marzo del año pasado, se ha logrado estabilizar a partir del 25 de febrero a la fecha.
A diferencia del resto de países de la región, en El Salvador se tiene el control de la pandemia y esto se debe a todas las acciones que desde el inicio de la crisis sanitaria están en desarrollo con el objetivo de salvaguardar la vida de la población. Así, el promedio de los contagios que han sido detectados solo este mes ronda los 131.
Para el ministro de Salud, Francisco Alabi, la baja es el resultado del proceso de inmunización que está en vigor desde el 17 de febrero pasado de forma ininterrumpida. Aunque, el hecho de mantener los indicadores favorables de la pandemia en la región no significa que se deben relajar las medidas preventivas para evitar el contagio del virus, un error en el que han caído otros países porque se abre la posibilidad de rebrotes de contagios y estos son los que causan el colapso de los sistemas de salud.
Las instituciones gubernamentales trabajan articuladas en la implementación de las estrategias sanitarias como el testeo con pruebas PCR en las comunidades, entrega de kits con el tratamiento médico y el Plan Nacional de Vacunación.
El Gobierno aplicará las dos dosis de la vacuna anti-COVID-19 en el 100 % la población meta, que es de 4.5 millones de salvadoreños. Este objetivo cada día está más cerca, pues las autoridades de Salud confirmaron que este martes 11 de mayo se impuso una nueva marca en la aplicación de vacunas, con 53,128 aplicaciones.