Todas las acciones preventivas contra el COVID-19 implementadas por el Gobierno del Presidente Nayib Bukele son con el objetivo de proteger la vida de la población. Un año después de la pandemia, El Salvador se mantiene con una tasa de mortalidad de las más bajas en el mundo.
El Ministerio de Salud reporta a esta fecha 1,940 fallecidos confirmados por COVID-19, que equivale a 30.21 muertes por cada 100,000 habitantes, una de las tasas más bajas al comparar con países de la región.
En Centroamérica, el país con la tasa más alta de mortalidad es Panamá donde son reportados 5,972 muertos, que es igual a 143.03 por cada 100,000 habitantes; esta tasa se acerca a lo que está ocurriendo en países altamente poblados como India donde la tasa promedio de fallecidos es de 158.306.
Estados Unidos es el primero en la lista mundial con el mayor número de muertos: 543,738 (530.829 tasa por cada 100,000 habitantes).
El Gobierno del Presidente Nayib Bukele está enfocado en proteger la salud de la mayoría de la población, todos los recursos de las instituciones públicas están en función de lograr el objetivo.
Desde el mandatario, el gabinete de ministros y todos los funcionarios públicos, hacen constantes llamados a la población al auto cuido, siguiendo las medidas preventivas para evitar los contagios. De parte del Ejecutivo se mantienen las acciones de verificación del cumplimiento de los protocolos de bioseguridad en los diferentes rubros.
Ahora, la cifra de personas que se logran recuperar de la enfermedad es mayor a los nuevos casos confirmados por día. Solo ayer el registro del Ministerio de Salud arrojó 133 nuevos contagios y 226 que lograron curarse.
En el Hospital El Salvador desde el 21 de junio del año pasado, que fue inaugurado, hasta esta fecha se han salvado 3,878 pacientes, de ellos 1,604 mujeres y 2,274, esto se ha logrado primero gracias a Dios y al equipo de profesionales que trabaja en este centro de alto nivel.