La estrategia sanitaria implementada por el Gobierno del Presidente Nayib Bukele durante la pandemia trascenderá al resto del mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido documentar las acciones novedosas de alto impacto para que pueden ser replicadas en otros países.
A parte de todas las acciones preventivas que han sido adoptadas por el Gobierno para proteger a la población del virus, como el cierre de los aeropuertos, los cercos sanitarios, tamizajes comunitarios, entre otras, El Salvador destaca por diseñar planes propios que han funcionado y derivado en la baja incidencia de contagios.
Una de esas acciones propias es la entrega de kit con medicamentos y suplementos vitamínicos a las personas con sintomatología similar a COVID-19, o que sean casos confirmados con la enfermedad.
La medicina es entregada en la puerta de la casa de los pacientes en todo el país. El tratamiento es preventivo y curativo, dependiendo al caso.
Otro aspecto de la estrategia para el manejo de la pandemia que llamó la atención de los representantes de la OMS es haber construido un hospital permanente en plena pandemia.
El Hospital El Salvador ya es un referente internacional, es el centro médico especializado para COVID-19 más grande de Latinoamérica, equipado con tecnología de última generación, y con personal altamente calificado.
Cerca de 3,000 pacientes se han salvado del Hospital El Salvador, que fue inaugurado, en la primera etapa, en junio del año pasado.
El Salvador mantiene a esta fecha los indicadores más bajos de la pandemia en la región, reportando la menor cantidad de contagiados y de fallecidos a causa de la enfermedad que ha puesto de rodillas, también, a potencias mundiales.
El Gobierno sigue la lucha contra el virus, incluso, muy a pesar del bloqueo político de parte de sectores de la sociedad que quieren aprovechar la pandemia para hacer campaña y restar méritos al excelente trabajo articulado que se ha desarrollado desde el Ejecutivo.