Las estadísticas policiales confirman un hecho irrefutable: el Plan Control Territorial, incluso en medio de la pandemia de COVID-19, sigue dando importantes resultados. Además de los 28 días sin homicidios en más de un año de gestión del Presidente Nayib Bukele, hoy se confirma que, al comparar el período enero-julio de 2019 con 2020 se ha logrado salvar la vida de 1,032 salvadoreños por las diferentes acciones de la política de seguridad del Gobierno.
El dato significa una reducción de homicidios del 59.7% en relación al mismo período de 2019. Los meses de marzo, mayo y junio, de este año, son los que menor cifra de muertes violentas registran, por lo que se puede afirmar que el Gobierno del Presidente Bukele, además de enfrentar la crisis sanitaria de COVID-19, también ha mantenido la lucha contra las pandillas, grupos criminales y otras estructuras terroristas.
Julio pasado cerró con 112 homicidios, una reducción del 27.7% en contraste con el mismo mes de 2019, cuando las autoridades del Ministerio de Justicia y Seguridad, la Policía Nacional Civil (PNC) y la Fuerza Armada, comenzaron a consolidar el Plan Control Territorial, incluso retomando el control en los centros penales, cortando toda la comunicación entre celdas para reducir las extorsiones y el narcomenudeo, la principal fuente de financiamiento de las pandillas.
Otro dato importante es la reducción de personas desaparecidas: si se compara de enero a julio de 2019 con 2020, la disminución de estos casos es de 690, una disminución del 46%, según los datos de la PNC.
Hay que recordar que el Gobierno del Presidente Bukele ha desarrollado la fase uno y dos del Plan Control Territorial con recursos propios, ya que la Asamblea Legislativa, fiel a conducta de oposición a todos los planes presentados por el órgano Ejecutivo, no ha aprobado ni los $91 millones de la primera etapa ni los $109 millones de la siguiente para dar más impulso a esta política, que ha sido muy exitosa y retomada por varios países.
El Gobierno del Presidente Bukele, en siete meses del año 2020 ha tenido que enfrentar hasta tres emergencias en simultaneo: la crisis sanitaria de COVID-19, la violencia y la inseguridad; con resultados satisfactorios, y las tormentas Amanda y Cristóbal, lo que demuestra la capacidad de articulación y de gestión de sus instituciones para enfrentar los problemas nacionales, lo que se opone a la postura legislativa de bloqueo y de falta de construcción de acuerdos para sacar adelante al país.