El Salvador ya tiene definidos los grupos de la población, en orden de prioridad, que recibirán la vacuna anti-COVID-19, una vez los laboratorios que desarrollan los prototipos obtengan la autorización de los organismos internacionales competentes para comercializar.
Son cuatro grupos: los primeros serán todas las personas que han trabajado en la primera línea contra la pandemia, ya que permanecen en contacto directo con pacientes con la enfermedad, y rondan las 50 mil personas.
Además, los colaboradores que han trabajado durante la crisis sanitaria: policías, militares, socorristas, personal administrativo, entre otros, que suman 60 mil aproximadamente.
El segundo grupo objetivo es la población mayor de 50 años, ya que está demostrado de forma científica que existe un alto índice de riesgo. El 90 % de las letalidades de la enfermedad en el país ha sido en mayores de 50 años. En el país están registradas 1.4 millones de personas.
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El tercer grupo objetivo es el comprendido entre 18 y 50 años, con algún tipo de enfermedad crónica: diabetes, hipertensión, problemas en su metabolismo, este grupo suma unas 750 mil personas; y el cuarto grupo es el resto de la población
adulta joven que no tiene morbilidades.
El ministro de Salud, Francisco Alabi, aseguró que inicialmente habrá una cobertura del 99.9 % de la población.
“Los estudios de la vacuna están en fase tres. Esto no depende del Gobierno sino de cómo van las pruebas y los organismos internacionales que den el aval. Por eso es importante que nuestro país no va a ser ‘conejillo de Indias’, como se mencionó en algún momento. Se están cumpliendo todos los estándares que se rigen en todas partes del mundo”, afirmó el ministro.
Una vez el país reciba las vacunas, la aplicación será realizada tomando en cuenta tres principios básicos: universal, gratuita y voluntaria.