El Gobierno de la República ha ordenado la suspensión del inicio de clases presenciales en todo el país ante el alza sostenida de casos de COVID-19 que se ha observado desde hace cuatro semanas.
La decisión fue tomada por el Ministerio de Salud luego de hacer análisis epidemiológico de los resultados de los tamizajes comunitarios, la vigilancia centinela, los barridos comunitarios y las atenciones brindadas en la red de servicios de salud constantemente monitoreados.
Ante la alerta sanitaria y considerando que la población estudiantil tiene ciertas características particulares, el Ministerio de Salud solicitó al Ministerio de Educación suspender el regreso a las aulas, hasta nuevo aviso, según la evolución de la pandemia.
El ministro de Salud, Francisco Alabi, explicó que la medida toma en cuenta el alto flujo de asistencia a los diferentes centros educativos, que condiciona escenarios de riesgo tales como la movilización masiva en transporte escolar, transporte público, interacción en zonas de recreación escolar, las cuales incrementan la posibilidad de transmisión.
“Las aulas son espacios cerrados, que condicionan la facilidad de contagio a través de aerosoles, la cual ha sido demostrada en reiteradas ocasiones por la comunidad científica, como el principal mecanismo de transmisión”, expresó el funcionario.
Se ha tomado en consideración además que la dinámica estudiantil favorece el intercambio entre diferentes alumnos, facilitando la cadena de transmisión, aunado a que en ciertos grupos etarios estudiantiles, como los menores de 5 años, no están recomendados los métodos de barrera (uso de mascarilla), adicional al poco cumplimiento de las medidas de distanciamiento social, como característica particular de los niños y adolescentes.
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De acuerdo con la evidencia científica disponible, los menores de edad pueden ser portadores de cargas virales, incluso 100 veces más que el resto de la población y ser totalmente asintomáticos, lo que condiciona que cada estudiante contagiado con COVID-19 puede ser un factor de expansión de la enfermedad en cada uno de sus hogares, según las características y facilidades de transmisión de la enfermedad.
“Esto quiere decir que se podrían enfermar al menos 3 personas en cada hogar por cada estudiante, eso unido a la alta interacción con grupos vulnerables, como personas adultas mayores (familiares, cuidadores y docentes), que es la población de mayor riesgo de presentar complicaciones y letalidad”, analizó el ministro.
Las autoridades de Salud también han tomado en cuenta que cada día se movilizan más de un millón de estudiantes, además de un millón de personas adicionales en la dinámica estudiantil (familiares, docentes, personal administrativo etc.), y estando en un franco escenario de incremento de casos, una apertura del año escolar favorecería enormemente el riesgo de contagios.
El ministro Alabi reitera que todos los colegios y escuelas que han preparado protocolos para el regreso a clases no lo han hecho en vano, ya que ya están listos para cuando sea el momento de regresar.
De igual forma recuerda a la población que deben matricular a los estudiantes para que no pierdan el año escolar. Además, el Ministerio de Educación ha provisto la plataforma virtual para recibir las clases en el sector público.
El Gobierno del Presidente Nayib Bukele entregará una computadora por estudiante del sistema público con la cual podrán acceder a dicha plataforma.