El bloque opositor al Gobierno en la Asamblea Legislativa continúa con su postura intransigente al negar los votos para la aprobación de los recursos destinados a FOMILENIO II, pasando por alto las serias repercusiones que traería al país el hecho de que estos fondos no se aprueben antes del 7 de diciembre y los mismos se pierdan.
Estos legisladores insisten en que los $50 millones de contrapartida para el programa de gran impacto social deben salir de los $1,000 millones de deuda en bonos, los cuales tienen un destino específico y no pueden trastocarse, tal como lo intentaron inconstitucionalmente con la aprobación de la reforma al decreto legislativo 640.
El Gobierno del Presidente Nayib Bukele reafirma que esta postura es un capricho de carácter político y electoral por parte de los legisladores, pues ese mismo bloque opositor ya había comprometido sus votos para ratificar el crédito 5036 por $250 millones con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), de donde deben salir los fondos para FOMILENIO II, según lo solicitado por el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya.
El congreso emitió un comunicado este jueves, según el cual el Ejecutivo se niega a asignar los recursos de dicha contrapartida; sin embargo, reformaron de manera exprés el decreto 640 e intentaron asignar, sin base legal, $354.2 millones para el pago de FODES, veteranos de guerra y la contrapartida para FOMILENIO II.
Estos partidos no solo se niegan a dar los fondos de manera transparente y apegada a la ley, sino que siguen generando atrasos en el pago del FODES a sus alcaldes con el bloqueo a los $660 millones provenientes de los créditos internacionales que se niegan a aprobar, fondos necesarios en vista de que la pandemia ha provocado una disminución en la recaudación de impuestos en El Salvador y en todos los países donde el COVID-19 ha dejado estragos en sus economías.
Es evidente la intención del bloque de oposición de boicotear los recursos para este proyecto de cooperación con Estados Unidos, en vista de que en solo un año el Gobierno del Presidente Bukele ha elevado el nivel de ejecución de este programa en un 70 %, lo que no pudieron hacer los partidos de oposición en cuatro años.