El Gobierno del Presidente Nayib Bukele ha enviado caravanas con personal médico y paramédico, además de insumos y alimentos a municipios del oriente de El Salvador donde se registró un aumento de personas contagiadas de COVID-19.
Los equipos permanecen desde el pasado jueves en los municipios de Corinto, San Francisco Gotera y Cacaopera, de Morazán; en la cabecera departamental de San Miguel, y en Santa Rosa de Lima, de La Unión, haciendo trabajo de campo en busca de personas con sospechas de padecer la enfermedad.
En estos poblados se han hecho tamizajes de PCR (Prueba de Reacción de la Polimerasa, por sus siglas en inglés) para diagnosticar COVID-19 y determinar el porcentaje de la población contagiada.
El principal objetivo del Gobierno con estas acciones sanitarias es proteger la salud de la población al evitar que haya un brote de la enfermedad.
Personal de diferentes instituciones públicas se coordinan para atender a millares de pobladores de barrios y colonias de los diferentes municipios que son afectados por la pandemia.
El Equipo Interdisciplinario de Contención Epidemiológica (EICEES), con las cabinas móviles, está haciendo las pruebas de PCR a la población para determinar las afectaciones. En los casos de personas con resultado positivo de la enfermedad, los encargados se comunican con ellos para indicarles el proceso de recuperación que se deberá seguir.
“Cada jornada es más que solo llevar salud hasta donde la población lo necesita, es llegar hasta sus hogares, escucharlos y darles la atención que requieran. Estamos recorriendo todo el país; iremos hasta donde sea necesario”, aseguró el ministro de Salud, Francisco Alabi.
Con respecto a los casos considerados complicados, el personal de los hospitales de la zona está listo para recibirlos y en caso llegara a ser necesario, ya se conoce el protocolo de bioseguridad para trasladar pacientes al Hospital El Salvador, ubicado en la colonia San Benito, en San Salvador.