Fieles a su compromiso con el país y dispuestos a servir a los salvadoreños en todo momento, los soldados de la Fuerza Armada de El Salvador hacen una labor importante como parte del Plan Nacional de Vacunación impulsado por el Gobierno del Presidente Nayib Bukele.
Los militares son, junto a los agentes de la Policía Nacional Civil (PNC), el principal apoyo para los adultos mayores desde su llegada a los puntos donde son trasladados en microbús hacia el Megacentro de Vacunación del Hospital El Salvador.
En el lugar, los militares y policías auxilian a la población con sillas de ruedas, dándoles el apoyo físico para avanzar e ingresar al edificio recién construido por el Gobierno del Presidente Bukele en busca de la inmunización contra el COVID-19.
“Desde las primeras horas de la mañana el personal de la Fuerza Armada se integró a otras instituciones del Gobierno del señor Presidente Bukele, para continuar con el proceso de vacunación masiva contra el COVID-19”, detalló el ministro de la Defensa Nacional, René Francis Merino Monroy.
Por meses, los diputados que ya van de salida de la Asamblea Legislativa mantuvieron un bloqueo permanente al trabajo desarrollado por la Fuerza Armada, que durante la actual gestión presidencial ha trabajado de manera articulada con diferentes instituciones y aportando un gran apoyo en beneficio de la población.
Los legisladores intentaron crear leyes que excluyeran a los militares de participar en actividades que fueran en beneficio del pueblo salvadoreño, como la entrega de paquetes alimentarios a la puerta de la casa de las familias que más lo necesitan, incluso a las que residen en zonas más remotas.
Los diputados salientes intentaron, además, separar al ministro de la Defensa, haciéndole un antejuicio que resultó fallido. También, generaron que el director de la Policía, Mauricio Arriaza Chicas, fuera acusado por la Fiscalía ante un juzgado de paz por el delito de incumplimiento de deberes, pero fue absuelto en la audiencia inicial por falta de indicios en su contra.