Las condiciones para lograr recursos de financiamiento, a través de los inversionistas locales, han mejorado, según las estadísticas publicadas por la Bolsa de Valores de El Salvador. Esto tiene como resultado una mayor capacidad de pago a la hora de cumplir los compromisos del país.
Entre abril y junio de este año, la deuda estatal que se adquiere en el mercado de valores bajó 200 puntos y redujo sus tasas de interés, a pesar de que aún hay un contexto difícil debido a la pandemia de COVID-19.
“Estoy seguro que va a ser disminuyendo el grado de riesgo del mercado local, así también el mercado internacional, en los próximos días”, dijo esta mañana el ministro de Hacienda, Nelson Fuentes.
Estos datos corresponden a las Letras del Tesoro Público (LETES), una opción de financiamiento que con frecuencia se compara con “la tarjeta de crédito” del Gobierno. En realidad, son títulos que tienen un valor en dinero y que le sirven al Ministerio de Hacienda para obtener liquidez en un corto plazo.
Estas emisiones, como todo dinero que se obtiene vía crédito, tienen un plazo para terminar de pagarlas, más una tasa de rendimiento (o de interés). Cuando esas tasas bajan, es porque el deudor goza de mayor credibilidad.
En abril, el rendimiento de estos títulos llegó a 8.91 %. Después, en mayo, esa tasa subió hasta 9.5 %. Fue en ese mismo mes que esos indicadores comenzaron a bajar y el 23 de junio las Letes cerraron con 7.42 %.
Hay que recordar que las tasas cambian con frecuencia porque el dinero se obtiene a través de múltiples operaciones, donde los interesados en prestarle al Gobierno hacen una oferta y el Ministerio de Hacienda, junto al Banco Central de Reserva (BCR), analiza cómo las tomará en ese momento.
Todos estos procesos están ordenados por la Constitución y por las aprobaciones de la Asamblea Legislativa, vía decretos que se estudian en la Comisión de Hacienda.
“Estas son señales de que el riesgo económico ha bajado, en la medida que los países comienzan a reactivar su actividad productiva paso a paso, a pesar de que seguimos en emergencia por COVID-19”, agregó Fuentes.
Dentro de este contexto, El Salvador ha mejorado su perfil crediticio y su reputación en los mercados internacionales, gracias a decisiones gubernamentales importantes en materia macroeconómica, la reducción sostenida de homicidios, el buen clima de negocios y la gestión transparente y oportuna de recursos, ya sea de la cooperación internacional o de organismos crediticios, entre otros factores.
Por ello, a pesar de que todavía queda un margen para recuperar los niveles de inicios del año, la expectativa es que la tendencia a la baja de las tasas continúe, según el Ministerio de Hacienda.