Los hechos de ayer en la Asamblea Legislativa, tanto la filtración de información al diputado del PDC Rodolfo Parker, como “la confesión” del presidente de ese órgano de Estado, Mario Ponce, confirman que esa institución no juega un rol a favor de los salvadoreños en la lucha contra el COVID-19 y otros temas de interés nacional, por lo que el Gobierno del Presidente Nayib Bukele lamenta estas posturas, muy particulares de varios grupos parlamentarios que se han enfocado en frenar el trabajo del Ejecutivo en este momento crítico que vive el país.
El primer suceso lamentable es que el diputado Parker recibiera, durante la sesión de la Comisión de Hacienda, información por parte de su suplente facilitada, según la evidencia, por un magistrado de la Corte de Cuentas de la República (CCR), sobre una auditoría que realiza la institución al Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), cuyo titular, Pablo Anliker, participó ayer en la reunión para explicar como usará $40 millones en la reactivación del sector.
Esta información, al ser parte de un proceso de fiscalización en curso, es confidencial y ningún magistrado de la CCR la puede divulgar, según la Ley de la Corte y su reglamento interno.
Según divulgó el Presidente Bukele, detrás de esta operación está el actual magistrado de la CCR Roberto Anzora, quien se ha postulado para presidir el organismo contralor de la República.
“El magistrado Roberto Anzora, Rodolfo Parker y Arnoldo Marín cometieron delito, al compartir información confidencial de auditorías en proceso, para fines políticos. El fiscal Raúl Melara debe proceder, aunque probablemente solo haga lo que él considere conveniente”, expresó el mandatario.
El segundo suceso cuestionable es la afirmación de Ponce, quien dejó entrever, en medio de una pausa en la entrevista “Debate con Nacho Castillo”, que la actitud de Parker no abona a lograr entendimientos y acuerdos para enfrentar la crisis de COVID-19 y la aprobación de créditos y otros proyectos para beneficiar al país.
“Yo siento que a Parker se le va el hígado por encima de todo, pero está bien, él lo lleva y lo expresa en las cámaras (…) el problema es que nos lleva a todos de encuentro”, afirmó Ponce.
En varias ocasiones el diputado Parker y Ponce, entre otros legisladores, han dejado claro que no apoyaran al Gobierno en sus propuestas para enfrentar el COVID-19, una postura que no genera armonía y no permite que los tres órganos de Estado hagan sinergia para trabajar de forma conjunta y articulada.
Un ejemplo reciente es el Régimen de Excepción, propuesto hace más de 45 días por parte de la Presidencia de la República y que se encuentra “traspapelado”, aunque el país sigue con el alza de casos y fallecidos por la pandemia por no aprobarlo para generar una cuarentena estricta de 15 días que aplane la curva de contagios.
Estos hechos, para el Gobierno del Presidente Bukele, no están a la altura del debate y de la construcción de acuerdos que deben de existir en la Asamblea Legislativa y demuestran que hay una agenda y un interés real por desacreditar al Ejecutivo, que en un poco más de un año ha tenido que enfrentar la peor crisis sanitaria de la historia reciente del país, la inseguridad ciudadana y el abandono en que dejaron al país los dos gobiernos del FMLN.
Por ello se hace un llamado al órgano Legislativo a actuar bajo el principio del bienestar para la población y a dejar de lado la estrategia político-electoral, que al final no tiene ningún beneficio a los salvadoreños, más en tiempos donde esta en juego la vida de miles de salvadoreños por una situación sanitaria global, para la que ningún país o sistema sanitario estaba listo.