La eficacia en la formulación y aplicación del Programa de Emergencia Sanitaria (PES), por parte del Gobierno del Presidente Nayib Bukele, ha traspasado las fronteras. El Salvador ha podido ayudar a los hermanos de Guatemala y Honduras con 60 mil paquetes de alimentos de calidad y con los requerimientos necesarios para la alimentación de las familias que resultaron afectadas por las fuertes lluvias que dejó el fenómeno natural Eta, a su paso por la región.
La buena distribución y un planeamiento estratégico, además del uso transparente de los fondos públicos, también han sido parte de este logro que ha permitido al Gobierno salvadoreño ayudar a estos países que ahora lo necesitan.
En El Salvador se han entregado 7 millones de canastas alimentarias, aproximadamente, en las dos entregas que se han realizado hasta la fecha por medio del PES, mientras que la tercera ya se ha puesto en marcha para comenzar a beneficiar a las familias que han resultado afectadas por la pandemia y los desastres naturales, es decir las que viven en zonas vulnerables y que se han quedado sin ingresos económicos por los efectos del COVID-19.
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El Gobierno está consciente de que la solidaridad entre los pueblos de Centroamérica debe ser el rumbo que guíe los pasos hacia una verdadera integración, anteponiendo el bienestar de los ciudadanos por encima de las visiones políticas. Una verdadera unión centroamericana es posible si se articulan esfuerzos entre los países del istmo.
El cálido recibimiento de esta ayuda por parte de los pueblos de Guatemala y Honduras refuerza el compromiso del Gobierno del Presidente Bukele de continuar en la ruta de fortalecer los lazos entre los países de Centroamérica, bajo la premisa de que unidos se puede lograr una mayor estabilidad en la región.
Estos paquetes alimenticios contienen productos importantes, entre ellos: arroz, aceite, pastas, harinas, atún, salsas de tomate, cereal, azúcar, frijoles, sopas y otros, que son necesarios para el balance alimenticio de todos los miembros de las familias más golpeadas por los efectos de Eta, que ingresó a Centroamérica como huracán categoría 4.