Los partidos del bloque de oposición en la Asamblea Legislativa, en un acto de medición de fuerzas, prefieren estancar los fondos de los créditos para emergencias por el COVID-19 y las lluvias como presión para que el Ejecutivo transfiera los recursos del FODES a las alcaldías. El único interés legislativo es que los alcaldes tengan dinero para sus campañas electorales.
Hablan de un atraso deliberado en la entrega del FODES, pero pasan por alto que el Gobierno ha tenido que priorizar la inversión y sacrificar algunos componentes presupuestarios, en vista de la reducción de recaudación fiscal y a la pandemia que afectó a todos los países. Ante ello, estos legisladores toman una actitud revanchista y bloquean los fondos de los créditos, afectando a la gran mayoría de salvadoreños.
Las municipalidades han recibido más de $191 millones de dos créditos con el FMI y el BID, lo equivalente a casi cinco meses del FODES, pero hasta la fecha las municipalidades no han dado cuentas de cómo se han utilizado los fondos, porque tampoco los ocuparon para las emergencias. Por el contrario, algunas continúan sin pagar servicios vitales como recolección de basura, además de destinar importantes fondos para gastos en campañas publicitarias.
Los partidos en cuyos gobiernos se dejó de pagar el FODES por varios meses en administraciones anteriores, en una época sin pandemia y con mejores perspectivas económicas por la dinámica mundial, ahora se ponen el chaleco de municipalistas y, curiosamente, defienden con fiereza que los ediles tengan fondos sin que exista un control para determinar si ese dinero no se diluye en gastos de campaña electoral.
Los partidos del bloque opositor han tomado la consigna de no aprobar más fondos al Ejecutivo. Sumado a ello, apuntan su batería contra el Presupuesto General de la Nación de 2021, que por primera vez en la historia tiene un importante componente de inversión social en áreas descuidadas por décadas en el país.
Toda esta trama que busca el desgaste del Gobierno reviste una evidente estrategia de campaña de cara a los comicios del 28 de febrero, mientras los fondos para las emergencias, que permitirán al Ministerio de Salud y las demás instituciones atender a los salvadoreños en todo el país, se mantienen estancados y acercándose a su fecha de vencimiento, ante la mirada de los organismos internacionales que confiaron en el país para otorgar dichos recursos.