El Gobierno de Estados Unidos anunció en junio pasado la asignación de $52.2 millones para El Salvador en ayuda adicional para apoyar los programas relacionados con la seguridad, economía, educación y de creación de trabajos. Las excelentes relaciones diplomáticas entre las administraciones de los Presidentes Nayib Bukele y Donald Trump siguen por el rumbo correcto.
Los fondos para El Salvador forman parte de un paquete de ayuda total de $252 millones para los países del Triángulo Norte: Guatemala, El Salvador y Honduras y fue el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, el encargado de hacer el anuncio.
Estados Unidos apoya los planes de desarrollo y seguridad regionales destinados a buscar avances en los esfuerzos conjuntos para disminuir la inmigración ilegal a ese país.
Las sólidas relaciones entre Estados Unidos y El Salvador han fomentado la continuidad de la asistencia económica y humanitaria durante el desarrollo de la pandemia de COVID-19. La transferencia de los fondos es a través de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Del total asignado se destina $41.2 millones al área social y de seguridad. USAID también proporcionará asistencia para apoyar elecciones democráticas con los ajustes necesarios para los protocolos de prevención COVID-19. La Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley (INL) invertirá $1.8 millones en esfuerzos de seguridad regionales y locales.
Además, $3.1 millones son destinados para ayudar a El Salvador a proporcionar refugio de emergencia y asistencia de agua potable, saneamiento e higiene después de la tormenta tropical Amanda.
La administración Trump ha trabajado de la mano con la del Presidente Bukele, esta relación ha logrado el desarrollo de grandes proyectos en beneficio de los salvadoreños. Durante la crisis sanitaria, Estados Unidos fue de los primeros países en ayudar a El Salvador y ese apoyo se mantiene a la fecha.