El ministro de Salud, Francisco Alabi, descartó hoy que en este momento El Salvador viva una segunda ola de contagios de COVID-19, ante el incremento de los casos confirmados de la enfermedad que se han registrado en varios municipios de la zona oriental.
El titular del Ministerio de Salud explicó que después de seis meses de pandemia, en la que los casos se concentraron en las zonas más densamente pobladas como las cabeceras departamentales, ahora hay mayor circulación del virus en las zonas rurales y municipios que permanecieron con índices bajos.
“El hecho de que se observe en el oriente de nuestro país brotes epidémicos no significa que estamos en una segunda ola de la pandemia, sino que la distribución de los casos confirmados de la enfermedad es diferente a la que observamos en el inicio”, reiteró Alabi.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha explicado que el COVID-19 no es una enfermedad estacionaria y no está relacionada a determinado clima, es una pandemia que se distribuye en paralelo por todos los países.
En ese sentido, el ministro de Salud aclaró que ante los brotes de casos confirmados de COVID-19 en los municipios de Corinto, Cacaopera y San Francisco Gotera, de Morazán; Santa Rosa de Lima, de La Unión; y en la ciudad de San Miguel, no puede hablarse de un rebrote generalizado de la enfermedad.
“No hemos superado una primera ola… lo que estamos observando es una distribución distinta de los casos confirmados a como se dio en el inicio de la pandemia”, agregó el titular de Salud.
El funcionario destacó la importancia de la vigilancia epidemiológica que se está haciendo con los tamizajes en municipios del oriente de la República y en San Salvador con las pruebas de PCR (Prueba de Reacción de la Polimerasa, por sus siglas en inglés).
El registro que se tuvo de la disminución de los casos confirmados durante 23 días consecutivos no significó que se había superado la pandemia, así como el incremento que se tiene esta semana no está relacionado a una segunda ola. Lo que podría estar pasando es que la población ha relajado las medidas preventivas.
La recomendación del Gobierno es que la población no baje la guardia con la aplicación de los protocolos de bioseguridad. Mantener el lavado frecuente de manos con agua y jabón, uso de la mascarilla y alcohol en gel, guardar el distanciamiento social (físico) y de ser posible no exponerse innecesariamente en lugares públicos para evitar los contagios.