La capacidad instalada del sistema de salud pública del país es funcional a pesar del incremento de los casos confirmados de COVID-19 de las últimas semanas. El Gobierno del Presidente Nayib Bukele ha redoblado las acciones sanitarias de prevención y reitera el llamado a la población para que no descuide la implementación de los protocolos de bioseguridad.
El Gobierno ha reforzado y mantiene en desarrollo proyectos de mejora en los diferentes establecimientos de salud para brindar una mejor atención a los pacientes de COVID-19. En los centros de salud se han adecuado áreas específicas para la atención oportuna de los pacientes.
El ministro de Salud, Francisco Alabi, confirmó que han registrado un incremento de los casos confirmados de COVID-19, además del número de personas que llama al sistema 132 para pedir orientación porque padecen síntomas parecidos a la infección de coronavirus. También hay un incremento en las consultas de los hospitales.
Relacionado: Hospital San Rafael recibe primeras unidades de plasma para pacientes con COVID-19
No obstante, el ministro aseguró que la capacidad instalada en el sistema de salud se mantiene funcional, sin llegar a su límite, y se cuenta con disponibilidad.
El titular de Salud explicó que para no llegar a utilizar esos recursos es preferible que la población continúe acatando todas las recomendaciones que se le dan y que no abandone la aplicación de las medidas para evitar los contagios.
El 80 % de los casos confirmados de COVID-19 es asintomático, el otro 20 % presenta los síntomas clásicos, dentro de este grupo hay un 5 % de pacientes que se complica y requiere ser hospitalizado con un 50 % de posibilidad de perder la batalla, este es el comportamiento de la pandemia a escala mundial.
El país cuenta con 2,000 camas entre Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y de cuidados intermedios en la red pública hospitalaria, así como con mayor cantidad de profesionales, equipos y con la disponibilidad de medicamentos.
Las estrategias de prevención que el Gobierno ha implementado desde el inicio de la pandemia han funcionado y es el resultado de la baja en el número de personas contagiadas y de fallecidas a causa de la enfermedad en la región.