Un total de 899 armas de fuego han sido incautadas por soldados de la Fuerza Armada de El Salvador (FAES) durante los dos primeros años del Plan Control Territorial, la política de seguridad pública implementada por el Gobierno del Presidente Nayib Bukele y en la que participan diferentes instituciones públicas.
La confiscación de muchas de esas armas se ha hecho en los diferentes puntos fronterizos no habilitados en el país, los cuales eran utilizados por los miembros de estructuras delincuenciales para el ingreso de armamento sin los permisos y registros.
La FAES mantiene vigilancia continua en 195 puntos ciegos situados a lo largo del país para evitar la ejecución de ilícitos como el narcotráfico, tráfico de armas, el contrabando de mercadería y el hurto y robo de ganado.
Durante la vigilancia en esos lugares, el comando Sumpul ha evitado el trasiego de mercadería de contrabando por más de $1 millón durante los dos años de refuerzo en los pasos fronterizos.
En este tipo de registros los militares han localizado, además de cocaína, 46 porciones de LSD, 1.5 libras de metanfetamina, 4,003 piedras de crack y dinero en efectivo, el cual no pudo ser justificado por las personas que lo transportaban.
También se evitó el ingreso de 3,515 personas que intentaban entrar de forma irregular al país, sin pasar por los controles migratorios de El Salvador. Muchas de ellas porque eran prófugos de la justicia en otros países o que trasportaban ilícitos, mercadería robada y otros motivos.
Las autoridades del Gabinete de Seguridad han reiterado que la disminución en los índices de homicidios y otros delitos está relacionada con el trabajo que desarrollan las instituciones pilares del Plan Control Territorial, entre ellas la FAES en coordinación con la Dirección General de Centros Penales y la Policía Nacional Civil (PNC).