Mientras otros gobiernos solo apostaron por computadoras temporales y de juguete como un proyecto de tecnología educativa, el Gobierno del Presidente Nayib Bukele está montando toda una plataforma digital encaminada a la innovación de la educación, donde la entrega de equipos a todos los estudiantes y maestros del sistema público es la columna vertebral.
Esto es más que una simple inversión en aparatos tecnológicos para que los estudiantes puedan conectarse a la Internet y realizar sus clases virtuales; se trata de una infraestructura tecnológica que ha comenzado a ser una política estatal incluida en el plan de gastos anual del Ejecutivo.
Por ello, el Gobierno asignó $214.7 millones en el Presupuesto General de la Nación de 2021, del total asignado al ramo de Educación, para el programa de reducción de la brecha digital, la cual fue profundizada por administraciones anteriores que no previeron el futuro de las nuevas tecnologías, dejando al país a la zaga de la innovación tecnológica.
Incluso, la oficina de coordinación de las Naciones Unidas en el país ha reconocido el trabajo del Presidente Nayib Bukele y la ministra de Educación, Carla Hananía de Varela, en sus esfuerzos por acortar esta brecha tecnológica y fortalecer la continuidad educativa, sobre todo en tiempos de pandemia.
Con esto El Salvador se encarrila en el rumbo educativo que han llevado otros países desarrollados con larga experiencia en innovación educativa y en adaptar los procesos de aprendizaje a los nuevos tiempos.
Las críticas que los sectores económicos de oposición están haciendo a la entrega de las computadoras ratifica que la visión de los partidos políticos que gobernaron el país hace más de 30 años siempre estuvo alejada de una verdadera política de desarrollo en la educación.
Lejos de respaldar este paso decidido en la educación del país, los partidos de oposición negaron sus votos por un presupuesto que para 2021 llegará a un 5 % equivalente al Producto Interno Bruto (PIB), algo inédito en todos los gobiernos.