El Gobierno del Presidente Nayib Bukele mantiene el programa de tamizajes comunitario y centinela, todos los días y en diferentes municipios del país, para acercar a la población el servicio de toma de muestras para la prueba de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés) con la que se diagnostica a las personas positivas a COVID-19.
A esta fecha, El Salvador es de los países en la región que más PCR ha hecho, con un total de 856,658 exámenes, y entre todas las muestras recolectadas no se ha detectado nuevas cepas del virus.
Los contagios registrados en El Salvador han sido con el SARS-CoV-2 que se originó en la ciudad de Wuhan, República Popular China, a finales de 2019.
Las variantes del virus que están causando rebrotes de contagios en otros países como en Guatemala, Argentina, Brasil o Estados Unidos son más fácilmente de propagar entre la población; sin embargo, no hay reportes oficiales de personas contagiadas con las nuevas cepas en el país.
Las variedades del virus de Sudáfrica, Brasil, Inglaterra y la californiana son la causa de miles de contagios. Los gobiernos no tienen otra alternativa que implementar acciones drásticas como limitar la movilidad de sus ciudadanos en las calles y ordenar el encierro domiciliar en un nuevo intento por evitar más contagios y bajar el número de enfermos.
La tarea del Gobierno de El Salvador ha sido la de mantener activos los tamizajes con las pruebas PCR porque son un indicativo del comportamiento de la pandemia y mientras más rápido se detecta a las personas contagiadas se suministra el tratamiento con fármacos para su recuperación.
Todo el proceso médico, desde la detección de la enfermedad a través de una PCR, la entrega de un kit con medicamentos y vitaminas, y ahora la vacuna para prevenir el virus, es un servicio gratis que el Gobierno tiene a disposición de toda la población.
La estrategia preventiva implementada por el Gobierno ha funcionado para salvaguardar la vida de miles de salvadoreños.