El sistema hospitalario público registra 24 pacientes de COVID-19 en condición de salud crítica, la cifra más baja reportada en lo que va del año. La disminución de las complicaciones de la salud de los pacientes es parte del resultado de las acciones implementadas por el Gobierno del Presidente Nayib Bukele en la atención de la pandemia.
El Gobierno mantiene en vigor programas exitosos como los tamizajes comunitarios y centinela todos los días y en diferentes municipios para detectar oportunamente los casos de contagio.
Se continúa entregando los kits de medicamentos para casos confirmados de COVID-19 que presenten síntomas leves, a fin de tratar la enfermedad y dar seguimiento a distancia de un profesional de la salud para monitorear el estado de cada paciente. Asimismo, sigue la campaña permanente de divulgación de las medidas de prevención contra el virus, como el uso de la mascarilla y el alcohol en las manos.
Además, el Plan Nacional de Vacunación que inició el 17 de febrero se ha mantenido permanentemente, con el que se está casi por llegar al primer millón de vacunados. Todas estas acciones están dando el resultado esperado.
La curva de contagios del virus sigue en descenso, hay menos pacientes en el sistema hospitalario público y, en términos generales, se tiene un control de la situación.
Las autoridades de Salud, sin embargo, no bajan la guardia con todo el trabajo que se ha venido desarrollando desde el año pasado para evitar rebrotes de la enfermedad, como está ocurriendo en otros países donde hay aumento de contagios.
Los salvadoreños han demostrado un alto grado de disciplina al seguir las medidas preventivas y acatar los protocolos de bioseguridad dispuestos por el Gobierno.
El Salvador es de los pocos países con una economía completamente abierta, todos los sectores están funcionando, y no existe la necesidad de restricciones de movilidad para la población ni una cuarentena.