El promedio de vacunación contra COVID-19 en El Salvador es de entre 45,000 y 53,000 personas cada día, un ritmo ejemplar y de los más rápidos de América Latina, tal y como lo destacó el Presidente de la República, Nayib Bukele, en su mensaje de segundo año de labores.
El miércoles fue superada la cifra de 2 millones de personas vacunadas; de ellas, cerca de un millón con ambas dosis, avanzando para lograr el gran objetivo de obtener la inmunidad colectiva antes que finalice este año.
Nunca antes el país había destacado tanto en el mundo por aspectos positivos como ahora con el eficiente combate de la pandemia. El Gobierno fue el primero en implementar acciones, de hecho, para retener al máximo la entrada del virus al país y por el proceso de vacunación con el que se espera poner fin a la crisis sanitaria.
La estrategia de inmunización que está en vigor es ejemplarizante y brinda resultados positivos como la baja en los casos de contagios, detectados por día, y el descenso de fallecidos a causa de la enfermedad.
El personal que trabaja en la primera línea contra el virus está inmunizado, al igual que el grupo etario de las personas con comorbilidad y adultos mayores de 60 años. Estos fueron los primeros segmentos de la población que recibieron la vacuna porque se detectó que son los grupos con un alto grado de riesgo de fallecer al ser contagiados.
El ministro de Salud, Francisco Alabi, explicó que al tener vacunados estos grupos prioritarios, que es donde se concentra un 90 % del número de letalidades, se logra reducir las muertes porque la vacuna evita que los pacientes COVID-19 alcancen etapas avanzadas de la enfermedad.
A pesar del gran resultado que se obtiene con el proceso de inmunización, el Gobierno reitera el llamado para la población de mantener vigentes todos los procedimientos de bioseguridad para evitar contagios. Limitar la transmisión del virus de persona a persona y avanzar en la vacunación servirá para salir de la pandemia con las menores afectaciones.