El Gobierno del Presidente Nayib Bukele ha logrado gestionar con éxito una variedad de operaciones de financiamiento con los organismos multilaterales para sostener los programas de protección social y desarrollo económico. Además, la deuda salvadoreña en el mercado de inversionistas sigue con cifras manejables.
El titular del Ministerio de Hacienda (MH), Alejandro Zelaya, explicó la coyuntura política del país no ha sido motivo de alarma entre dichos organismos. Las acciones de la nueva Asamblea Legislativa, que responden al mandato que dieron los salvadoreños en las elecciones, son parte de un proceso interno con legitimidad y legalidad.
“He conversado con varios de los organismos y me dicen: ‘Bueno, vemos esto como un asunto interno y que está consignado en el marco de la Constitución’”, dijo el ministro.
Los bancos que con mayor tradición han apoyado al país son el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Banco Mundial (BM), Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y, además de ellos, el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Hemos hablado con varios personeros del BCIE, del BM y el BID. Garantizamos la continuidad de todas las operaciones. No ha sucedido nada que no sea normal en la vida democrática de un país”, reiteró el ministro.
En la Asamblea Legislativa están pendientes de discusión $752.7 millones, repartidos en nueve operaciones de préstamo. Los exlegisladores dejaron este trabajo botado y no los llevaron al debido proceso para poder desembolsarlos.
A pesar de lo anterior, el precio de los bonos sigue con cifras favorables en comparación con 2020. Al 3 de mayo, los bonos estaban cotizándose con precios de hasta 110.58, con resultados positivos comparados con la misma fecha de 2020.
“La certeza jurídica en El Salvador está más que garantizada y El Salvador continúa avanzando en la ruta del desarrollo económico”, subrayó el ministro de Hacienda.