La estrategia sanitaria implementada por el Gobierno del Presidente Nayib Bukele para abordar la pandemia por COVID-19 y salvaguardar la vida de la mayoría de la población sigue siendo la más acertada. El Salvador mantiene el menor número de contagios y la menor tasa de letalidad de la región.
El Salvador registra a esta fecha 2,086 fallecidos por COVID-19, esto equivale a 32.49 muertes por cada 100,000 habitantes; Guatemala contabiliza 7,279 fallecidos (42.20); Honduras 4,976 muertes (51.90); Costa Rica 3,104 decesos (62.09); y Panamá 6,194 letalidades (148.29) con el porcentaje más alto en Centroamérica, según datos de la Universidad John Hopkins.
Las muertes en esta región por causa de COVID-19 suman más de 23,000 y cada día hay más víctimas mortales, aunque no con la misma frecuencia como en los meses de mayor concentración de contagios del virus que fueron registrados el año pasado.
En el caso de El Salvador, las estrategias sanitarias implementadas desde el inicio de la pandemia, y que aún están en vigor, han servido de escudo protector para la mayor parte de la población ante el virus.
El reforzamiento atinado del sistema hospitalario público sirve para atender de la mejor manera a los pacientes en instalaciones adecuadas y seguras, con los equipos médicos sofisticados, el personal calificado y con el tratamiento médico y las terapias acertadas con las que se ha salvado la vida de 63,982 personas.
Desde el inicio de la crisis sanitaria, el Presidente de la República, inculcó a sus ministros y personal del Gabinete de Gobierno que todas las acciones a implementar tienen que estar orientadas a salvaguardar la vida de la población.
El trabajo desarrollado ha estado siempre enfocado a cumplir con ese mandato presidencial y, a pesar de las adversidades políticas y propias de la emergencia sanitaria, se ha logrado hacer el mejor manejo de la pandemia, reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y es un referente para el resto de naciones.
El Gobierno no ha bajado la guardia ni un instante con la implementación de las acciones preventivas y los protocolos internacionales para reaccionar ante las determinadas etapas pandémicas.