El Presidente Nayib Bukele es solidario e integracionista con los hermanos centroamericanos durante la pandemia de COVID-19

El Gobierno del Presidente Nayib Bukele ha demostrado su espíritu de solidaridad con los hermanos centroamericanos durante la pandemia, entregando paquetes alimentarios, ofreciendo camas hospitalarias y apoyando con vacunas anti-COVID-19 a siete municipios de Honduras.

Los estragos que causa la pandemia en Centroamérica son muy fuertes, con más de 1.1 millones de contagiados y más de 25,000 muertos a causa de COVID-19.

Gracias a las estrategias de prevención y al buen manejo de la pandemia, El Salvador mantiene los indicadores más favorables de la región con la menor cantidad de contagios y letalidades, además de tener la mayor disponibilidad de vacunas contra COVID-19 gestionadas por la vía de compra directa a las farmacéuticas y por medio de la iniciativa COVAX, liderada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Esta solvencia que mantiene El Salvador permite poder mostrar solidaridad con los vecinos de la región que están en condiciones muy difíciles. El Gobierno no da lo que sobra, sino que comparte lo que se tiene a la mano.

Esta no es la primera vez que el Gobierno muestra solidaridad, el año pasado fueron entregados miles de paquetes alimentarios para beneficiar a pobladores de Guatemala y Honduras. También fue movilizada maquinaria pesada y cuadrillas de trabajadores salvadoreños para ayudar en los trabajos de remoción de escombros en diferentes zonas de Guatemala durante la época de lluvia.

Además, ante la complicada situación hospitalaria que atravesó Costa Rica, por la saturación de contagios de COVID-19 y la falta de espacios para atenderlos en los hospitales, el Presidente Nayib Bukele hizo el ofrecimiento formal de espacios disponibles en camas de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) para atender a costarricenses que lo necesitaban.

El ofrecimiento del Presidente siempre ha sido genuino y con la firme intención de ayudar a los centroamericanos de forma desinteresada. Este espíritu integracionista es la nueva visión que debe prevalecer en la región.