Los resultados electorales del pasado 28 de febrero no solo dejaron un nuevo mapa legislativo para el periodo 2021-2024, sino la posibilidad de que el Gobierno del Presidente Nayib Bukele pueda trabajar mejor junto con las municipalidades del país, ya que 152 comunas de las 262 en que se divide el territorio nacional están comprometidas con la visión gubernamental de generar desarrollo, cohesionando con las diferentes instituciones de Órgano Ejecutivo.
Hay que subrayar que estas 152 alcaldías gobernarán sobre más del 80 % de la población salvadoreña, sobre todo 13 de las 14 cabeceras departamentales y 12 de los 14 municipios de conforman el Área Metropolitana de San Salvador, por lo que la posibilidad de generar cambios importantes en la calidad de vida de los salvadoreños es posible.
Parte de esta visión articulada implica darle más fuerza a la ejecución de obras públicas, como construcción de calles, infraestructura de mitigación de desastres, áreas públicas de esparcimiento y convivencia y más colaboración en temas como salud y educación, donde siempre las alcaldías han jugado un papel secundario o poco protagónico.
Otro tema importante es el buen manejo del Fondo para el Desarrollo Económico y Social de los Municipios de El Salvador (FODES), dinero que da el Gobierno a las comunas para que desarrollen obras y apoyen a las diferentes comunidades, algo que en los últimos años se ha degenerado porque se han utilizado estos recursos para gasto corriente, campañas políticas e incluso se han revelado casos de malversación de estos fondos por parte de algunos ediles.
Por ello hoy, con la nueva Asamblea Legislativa y el cambio de visión en la administración municipal de la mayoría de comunas a partir del próximo 1 de mayo, se pueden hacer cambios significativos a ese Fondo, aunado a darle más transparencia y celeridad en la ejecución de los proyectos, entre otros temas que han sido históricamente cuestionados.
Todo esto va en sintonía con el Plan Cuscatlán y el desarrollo territorial del país, que desde el 1 de junio de 2019 es una de las apuestas gubernamentales, devolviendo al Gobierno su vocación de estar cerca de la gente y dar soluciones inmediatas a sus necesidades, algo demostrado con el Plan Control Territorial, la atención de la pandemia de COVID-19 y otros temas prioritarios.