El ritmo de recuperación económica que tomó el país desde junio 2020 ha generado resultados favorables en una variedad de actividades, como el empleo formal, las exportaciones, la recolección de impuestos y la estabilización de la situación financiera del Estado.
Por ejemplo, uno de los indicadores que ha mejorado este año es el peso que tiene la deuda pública en la producción interna. Este dato bajó de 85.8 % en diciembre de 2020 a 82.6 % en marzo de 2021. Con estos resultados es posible afirmar que el Gobierno del Presidente Nayib Bukele ha logrado manejar las obligaciones financieras del Estado con eficiencia y razonabilidad, incluso en el contexto de la pandemia.
Hay medios de comunicación que difunden información imprecisa sobre la situación financiera del Estado, en un claro irrespeto a sus audiencias. Además, motiva proposiciones falsas.
Las operaciones de fondos externos que se han aprobado para el país vendrán con desembolsos periódicos, que no cargarán los datos de endeudamiento de una sola vez. Van a sumarse cuando los recursos ya se hayan recibido. Además, es inversión social, que multiplica los beneficios en el tiempo y estimula la actividad económica.
La confianza de los organismos multilaterales demuestra que hay confianza en la capacidad de gestión. El esfuerzo entre las instituciones del Gobierno del Presidente Nayib Bukele ha logrado demostrar que se pueden hacer más obras con el dinero disponible.