La gestión del Presidente Nayib Bukele facilitó la ejecución de la contrapartida salvadoreña dentro del FOMILENIO II, hasta lograr un 76 % de ejecución en este año de trabajo. También presentó con suficiente anticipación las iniciativas para continuar con el respaldo financiero; sin embargo, el bloque de oposición persiste en perjudicar estos esfuerzos.
El Gobierno, a través de Ministerio de Hacienda (MH), presentó el pasado 10 de noviembre la distribución del préstamo 5036 del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), por hasta $250 millones. En esta propuesta están incluidos los $50 millones que se requieren para terminar la contrapartida y lograr un cierre equilibrado. Esta fuente de recursos ya se había discutido con las autoridades de FOMILENIO II y todo estaba listo para tener el respaldo financiero el 7 de diciembre, la última fecha para poder disponer del dinero y continuar con los proyectos aún vigentes.
Los diputados iniciaron el proceso de votación a favor de esta iniciativa, pero pronto dieron marcha atrás. En lugar de aprobar una fuente de recursos ya lista, discutida y accesible, los diputados de oposición decidieron usurpar las funciones del Ministerio de Hacienda y modificar un decreto ya ejecutado: el 640.
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“Han perdido toda noción”, dijo el titular del MH, Alejandro Zelaya. La reforma que distorsiona el decreto 640 dirige $288.2 millones para las alcaldías, por lo tanto, la transferencia de la contrapartida sería solo una excusa para seguir financiando a los jefes municipales, que pronto entrarán en campaña electoral. “Sí ellos, lo que quieren, es el dinero de sus alcaldes. Lo enmascaran con otro tipo de situaciones, pero no es salvar FOMILENIO II… Ellos quieren que (ese programa) se pierda”, sentenció Zelaya.
Fue así que este grupo de legisladores ha puesto en riesgo, una vez más, los programas con los que El Salvador está comprometido. No se cumplió con la fecha programada desde el inicio del convenio y fue necesario que la Corporación Reto del Milenio (MCC) diera un período extra para trabajar en el cierre. La MCC, entidad estadounidense que aprobó la donación de $277 millones para desarrollar el FOMILENIO II, hizo una excepción para El Salvador debido a la eficiente ejecución que se registró.
La salvedad para esta ampliación del plazo es tener los $50 millones incorporados en el presupuesto del programa este mismo año. Si esto no se logra, entonces el país sí caerá en incumplimiento.
No solo este programa con Estados Unidos está en riesgo. Los diputados mantienen secuestrados $28.2 millones –de los cuales, alrededor de $14.2 millones son donación– que también tienen un plazo límite de aprobación en diciembre 2020.
Los diputados, al superar el veto y persistir en las reformas inaplicables, han empujado el financiamiento hacia un retraso que se pudo prevenir con voluntad política de su parte.
Ahora, queda en manos de la Sala de lo Constitucional proteger este programa, sus beneficiarios y las relaciones de los Estados Unidos. El gabinete del Presidente Bukele ha cumplido con todas sus responsabilidades a tiempo y ha entregado soluciones a la población.