Los esfuerzos del Gobierno para proteger a los salvadoreños frente al COVID-19 generan resultados positivos que destacan en la región, e incluso respecto de otras naciones en América Latina.
En alrededor de 107 días, El Salvador ya aplicó 2.02 millones de vacunas. Es el primer país en Centroamérica que superó ese hito. Además de eso, el país registra la proporción más alta de personas inmunizadas –que ya tienen las dos dosis— si se compara con la población meta. El porcentaje de personas inmunizadas respecto del total de personas es incluso mayor que en Colombia, República Dominicana o México, por ejemplo.
Hasta la fecha, 846,311 personas ya recibieron las dos dosis requeridas para lograr un alto nivel de protección frente al virus. Incluso, si se llegan a contagiar, el medicamento ayudará para prevenir un desarrollo grave de la enfermedad.
Hay múltiples beneficios de conseguir ese nivel de inmunización entre los salvadoreños. Por ejemplo, se evitó una segunda ola de contagios masivos del virus. Además, los hospitales de la red pública mantienen márgenes razonables de maniobra para recibir pacientes (porque no están saturados), se reducen las posibilidades de contagio persona a persona y facilita que la recuperación económica siga avanzando.
Por estos motivos, el liderazgo del Presidente Bukele se extiende más allá de las fronteras. Ha logrado convertir a El Salvador en un destino seguro para visitar y para invertir, al tiempo que ayuda a las naciones vecinas.