El Presupuesto General de la Nación 2021, presentado por el Gobierno del Presidente Nayib Bukele ante la Asamblea Legislativa el 30 de septiembre pasado, sigue sin ser aprobado, ante la negativa de los diputados de oposición, quienes minimizan la histórica inversión que se ha previsto para salud, educación y seguridad.
En lugar de respaldar la propuesta del Gobierno, que beneficiará directamente a la población, sobre todo a la más vulnerable, los diputados del Fmln pretenden “manosear” el anteproyecto y solicitan que se modifique, para incorporar “supuestos beneficios” para los empleados del sector público.
Con esta maniobra de último momento, los legisladores del partido de izquierda dejan en evidencia su interés por lograr algún rédito electoral, principalmente, cuando las encuestas sobre las elecciones programadas para febrero de 2021 no les favorecen, sino al contrario, revelan un fuerte rechazo de la población.
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Los partidos del Fmln y Arena gobernaron el país por 30 años, en los cuales no lograron solventar los principales problemas en materia de salud, educación, seguridad, empleo, economía y, lo único que dejaron tras de sí, fueron sendos actos de corrupción y despilfarro de los fondos de las carteras de Estado, muchas de ellas, en la quiebra después del paso de ambas administraciones.
El segundo gobierno del Fmln prometió aumentos salariales para los empleados públicos y no los hizo; mejorar condiciones a policías y elementos de la Fuerza Armada y, en lugar de eso, les instaron a renunciar si no estaban de acuerdo con las condiciones en las que se encontraban. Ha sido este Gobierno el que les ha reconocido su labor con bonos, uniformes y les ha dotado de equipo para servir a la población.
Ahora, los legisladores de izquierda, quienes también fueron funcionarios públicos en su momento, quieren que “se revise el presupuesto 2021” y que se oriente según sus cálculos, cuando el Presidente Bukele ha demostrado, desde el inicio de su mandato, que su prioridad es el bienestar de los salvadoreños.
El Gobierno ha reiterado su compromiso con la población, con un presupuesto que hará realidad el aumento salarial para maestros, personal de salud y policías; una inversión sin precedentes en educación, que permitirá al país alcanzar el equivalente al 5% del Producto Interno Bruto (PIB) y, además, continuar implementando el exitoso Plan Control Territorial, con el que se ha logrado, por primera vez desde los Acuerdos de Paz, una reducción sostenida de la criminalidad y los homicidios.
