Los fondos externos que ha gestionado el Presidente Nayib Bukele son urgentes para equilibrar las finanzas públicas, dañadas por la pandemia. La falta de voluntad de los diputados para liberar esos recursos provocará problemas graves en el corto plazo, que afectarán, en primer lugar, a la población vulnerable.
Debido al impacto económico causado por la pandemia del COVID-19, los ingresos del Estado salvadoreño han disminuido en $687 millones. La reducción ya se había previsto desde abril de este año, por lo que el Gobierno gestionó programas de financiamiento con organismos multilaterales, que respondieron de manera positiva.
Sin embargo, los diputados no muestran voluntad de votar a favor de que el Ejecutivo acceda a los préstamos que El Salvador ha recibido. Por ejemplo, ya se cumplió 1 mes desde que los legisladores comenzaron a retener, o secuestrar, $550 millones. Parte de ese dinero fu compensará la disminución de ingresos.
“La caja fiscal se encuentra en una situación crítica”, comentó el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya. “Si no sustituimos esos ingresos que hemos perdido por el financiamiento, nosotros no podemos darle respuesta a la gente, ni a las alcaldías, ni a los veteranos, ni a los viveristas”, advirtió el funcionario.
“No me gusta sustituir ingresos por deuda, pero no tenemos otra opción en este momento”, expresó Zelaya. Según Hacienda, es posible que hasta los salarios del sector público pueden resultar comprometidos.
Durante varias semanas, los veteranos y los viveristas han estado en reuniones y manifestaciones para expresar lo urgente de contar con los fondos.
A los veteranos y excombatientes, por ejemplo, con los préstamos se les transferirían tres meses de pensión. En tanto, a los viveristas se les comprará la producción.
Los préstamos incluyen también fondos para el sector agrícola, recuperación económica, respuesta a la emergencia, equipamiento y capacitación del personal de salud de primera línea, inyección de liquidez a las mipymes, apoyo a las inversiones privadas y sostenimiento de las operaciones del Hospital El Salvador.
El Gobierno del Presidente Bukele ha demostrado eficiencia y agilidad en la ejecución de los programas financiados con fondos públicos. El llamado es para que los diputados dejen a un lado las conveniencias políticas y contribuyan con su voto para liberar los $954 millones obtenidos con préstamos y bonos.