Desde hace cinco meses, cuando el Presidente de la República, Nayib Bukele, anuncio el 15 de marzo en cadena nacional la primera cuarentena obligatoria como una estrategia para frenar la propagación de COVID-19 en El Salvador, el Gobierno no ha cesado en enfrentar el virus, pese a la oposición de sectores políticos y económicos que han priorizado sus intereses sobre la emergencia sanitaria que vive el país por esta pandemia.
Por ello, a una semana de que se dé la reapertura económica (el 24 de agosto), el Gobierno del Presidente Bukele exhorta a la sociedad a no bajar la guardia y a tener muy en cuenta que el virus continúa en todo el territorio nacional, pese a la reducción por seis días en la baja de contagios detectados.
“Llevamos seis días continuos de fuertes bajas en contagios detectados. La tendencia es clara, aunque pudiera variar rápidamente, dependiendo de los cambios de comportamiento en la población”, dijo el Presidente Bukele, vía Twitter.
El mandatario hace referencia a la cultura que deben de poner en práctica los salvadoreños, sobre todo en los espacios públicos: el distanciamiento físico, el uso de mascarilla, alcohol gel y el continuo lavado de manos, entre otros aspectos, en lugares como los supermercados, bancos, farmacias y el transporte colectivo, tanto en autobuses y paradas.
Todo esto tiene su base el Código de Salud, ya que el Gobierno, pese al constante llamado a la Asamblea Legislativa y la Sala de lo Constitucional, no recibió las herramientas legales para enfrentar con más rigor la pandemia, incluyendo la posibilidad de cumplir una cuarentena estricta de 15 días.
La última línea de defensa que tiene el Gobierno contra el COVID-19 se fundamenta en el Código de Salud, que no ha sido declarado inconstitucional por esta instancia de la Corte, que anuló el Decreto Ejecutivo 32, que sostenía las cinco fases de reapertura económica.
El artículo 58 del Código de Salud destaca que es el Ministerio de Salud el garante y responsable de afrontar una emergencia sanitaria o una pandemia, por lo que los salvadoreños deben de estar atentos y seguir todas las recomendaciones, sobre todo evitar las aglomeraciones que luego generan contagios y casos.
Hasta ayer en El Salvador hay 22,912 casos de COVID-19 y 612 fallecidos, por lo que siguen vigentes las medidas de cuido para evitar contagios.