La relación diplomática, política, económica y social que tiene El Salvador y Estados Unidos se encuentra en su mejor momento, pese a vivir este año la crisis sanitaria global por COVID-19.
Por ello. ambos países, desde la llegada del Presidente Nayib Bukele, han mejorado su nexo bilateral, luego de años de desgaste de las dos administraciones gubernamentales del FMLN con quienes se experimentó un deterioro que hizo que retrocedieran varios proyectos y la ayuda que este país ha dado por años.
Así, hoy el mandatario salvadoreño y el embajador de Estados Unidos en el país, Ronald Johnson, oficializarán en Casa Presidencial la entrega del segundo lote de ventiladores mecánicos, 158 en total, que permitirán equipar las unidades de cuidados intensivos que están ayudando a que más salvadoreños se recuperen de COVID-19.
Los ventiladores mecánicos los obtuvo El Salvador luego de que el 24 de abril el Presidente Bukele y su homólogo, Donald Trump, sostuvieran una llamada telefónica donde el jefe de Estado salvadoreño pidió esta ayuda, importante en la lucha contra el virus en casos críticos. Incluso el país se convirtió en uno de los primeros del mundo en recibir estos equipos, fabricados en Estados Unidos con altos estándares sanitarios.
En mayo, a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), el país norteamericano entregó a El Salvador el primer lote de 250 ventiladores, valorado en más de $3 millones, en el Hospital Nacional Rosales, evento donde también participó el Presidente Bukele y el embajador Johnson.
La semana pasada el diplomático también entregó, en nombre de Estados Unidos, congeladores para almacenar pruebas de COVID-19, purificadores de agua y otros insumos para que médicos, laboratoristas y todo el personal sanitario pueda seguir enfrentando la pandemia que, pese a un descenso de casos por 17 días consecutivos, aún se mantiene en el país y en todo el territorio.
Según datos de la embajada del país norteamericano, en casi seis meses de crisis sanitaria por el virus, se ha entregado casi $77 millones de ayuda de diferentes formas como 90,000 kits de alimentos e higiene y equipos de bioseguridad y de hospitalización, entre otros insumos.