Las salas de cines vuelven a abrir las puertas a los amantes de la pantalla gigante desde el próximo 19 de septiembre. El sector está afinando un protocolo de bioseguridad que deberá ser validado por el Ministerio de Salud a fin de que los espectadores disfruten del sano esparcimiento en un espacio seguro para evitar contagios de COVID-19.
El ingreso del público a las salas de cine será del 50% de la capacidad total y los asistentes deberán cumplir las medidas sanitarias establecidas como el uso de la mascarilla, se recomienda el lavado de manos con jabón y adicionalmente en las instalaciones habrá dispensadores con alcohol en gel.
Las butacas de las salas de exposición y los asientos de áreas comunes como salas y mesas de cafetería, entre otras deberán ser desinfectadas con frecuencia. Las salas también serán desinfectadas antes y al final de cada función.
Es recomendable que se intensifique la compra de las entradas a través de las distintas plataformas digitales en línea para reducir en lo posible el contacto con las personas en la taquilla. Este servicio ya funcionaba desde antes de la pandemia.
Dentro de las instalaciones se deberá guardar el distanciamiento físico dejando butacas vacías de por medio. Es importante que los miembros de un clúster, o parejas, no estén cerca de personas ajenas dentro de las salas.
Además, se recomienda guardar la distancia de dos metros entre los visitantes con los empleados de la empresa, en caso se requiera de ayuda o para hacer alguna consulta, esto para evitar posibles contagios.
Los representantes de este sector sostienen reuniones con la parte del Gobierno en el que se está abordando el tema de la reapertura bajo los parámetros de la seguridad para el público.
Las salas de cine cuentan con protocolos internacionales, a excepción de Multicinema que es una cadena nacional que deberá elaborar sus propios protocolos de bioseguridad.