El Salvador evoluciona de manera positiva en la pandemia de COVID-19 con una tendencia a la baja de los casos confirmados durante nueve días consecutivos. Este es un respiro, aunque el ministro de Salud, Francisco Alabi, afirma que no hay que bajar la guardia.
Desde el pasado 9 de agosto que se registró el pico más alto en las estadísticas de la curva de la pandemia, con 449 casos reportados, hasta esta fecha ha habido una caída de cerca del 50% de las personas contagiadas comprobadas. Solo ayer las cifras oficiales reportadas indicaron que hubo 255 nuevos casos.
La baja de casos está relacionada con dos causas fundamentalmente: Las acciones preventivas que mantiene el Gobierno del Presidente Nayib Bukele y el nivel de conciencia que ha adquirido la población en la aplicación de los protocolos sanitarios para evitar los contagios.
Ante la próxima apertura de la economía en el país, desde el lunes 24 de agosto, el Gobierno Central tiene programado reforzar las medidas preventivas para evitar que se dé lugar a un rebrote de la enfermedad.
El ministro de Salud reiteró la importancia de aplicar las medidas de barrera, ya conocidas por la población, como el uso de la mascarilla, lavarse con mayor frecuencia las manos, el uso de alcohol gel y, sobre todo, el distanciamiento físico con las personas que no forman parte de un clúster.
También es importante el cuidado de las personas consideradas de mayor riesgo, adultos mayores y enfermos crónicos.
En el caso de los niños y adolescentes (cero a 19 años) que ha sido el grupo menos afectado durante la pandemia, se debe continuar protegiendo sin exponerlos innecesariamente a la calle en vista a que habrá una mayor circulación del virus en todo el territorio.