Ante la emergencia por COVID-19 y la escasez de insumos médicos debido a la demanda mundial, el Gobierno del Presidente Nayib Bukele, a través de la Secretaría de Innovación, coordina una iniciativa para la producción de caretas para protección del personal de salud que se encuentra en la primera línea de combate a la enfermedad.
“El movimiento Hagamos Más trabaja en la producción de un primer lote de 1,000 caretas, las cuales se prevé entregar esta semana al Ministerio de Salud. La iniciativa surgió hace tres semanas, cuando lanzamos una convocatoria en redes sociales para quienes quisieran sumarse para producir caretas en 3D, los cuales tuvieran materiales y maquinaria para ayudarnos”, explicó el subsecretario de Innovación, Fabrizio Mena.
Hagamos Más ha dispuesto las instalaciones, maquinaria y voluntarios para fabricar esta indumentaria de protección para el personal sanitario, mientras que el Gobierno ha entregado la materia prima a través de la gestión con diferentes empresas como Carvajal Empaques, Data & Graphics y Dollar City.
“Uno de los retos más importantes en esta crisis es nuestra capacidad de innovar, porque eso nos permitirá hacer nuestras propias cosas; sobre todo, cuando se entra en competencia mundial” por la alta demanda de insumos médicos en todos los países y el desabastecimiento de estos, expresó el comisionado presidencial para Proyectos Estratégicos, Luis Rodríguez, quien acompaña este esfuerzo.
Esta iniciativa también es apoyada por la Universidad de El Salvador (UES), Universidad Tecnológica (UTEC) y Universidad Don Bosco (UDB), las que operan otros centros de producción de insumos médicos para hacer frente al coronavirus.
“El tema de bioseguridad es un punto medular para el combate de la pandemia. El personal de salud está en primera línea y arriesga su vida. La palabra clave es integración, trabajo intersectorial entre hermanos salvadoreños y otros países, para proveer la protección necesaria para la gente que está en primera línea”, expresó el viceministro de Salud, Carlos Alvarenga.
Para el diseño de las caretas se tomó como referencia modelos exitosos de países Latinoamericanos, y de España; los productos han sido evaluados y avalados por el Ministerio de Salud y cumplen con las normas ISO.