En el área de salud, junio ha estado marcado por el aumento de casos confirmados de COVID-19 en El Salvador, como resultado del relajamiento de las medidas sanitarias, de parte de la población, para evitar la transmisión del virus.
Entre el 1 al 27 de este mes en El Salvador han sido detectadas 4,915 personas contagiadas de COVID-19. El diagnóstico de la enfermedad fue confirmado a través de la prueba de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés) con un 99.99 % de efectividad.
El incremento reflejado este mes es de un promedio de 60 contagios adicionales por día, una situación atípica que las autoridades del Ministerio de Salud atribuyen a dos causas básicamente: Las aglomeraciones y que la población en general está dejando de implementar los protocolos de bioseguridad.
La escalada de casos alcanzó el punto máximo el 18 de junio pasado, al reportar 204 contagios. Luego la curva posteriormente ha venido en descenso y se espera que continúe de la misma forma hasta llegar al nivel que se tuvo en mayo de 131 casos estimados por día.
La pandemia no ha terminado: cada día fallecen en el país entre 4 y 5 salvadoreños por causas relacionadas al COVID-19 y ya no solo personas de los grupos etarios de mayor riesgo sino que es generalizado.
El ministro de Salud, Francisco Alabi, aprovecha en cada intervención para hacer el llamado a la población para que continúe cuidando su salud y la de su familia y a no confiarse al tener la primera dosis de la vacuna contra el virus, porque eso no garantiza que es inmune.
La inmunidad al virus se adquiere al tener dos dosis de la vacuna. Pese a ello, el ministro afirma que se debe seguir protegiendo porque es muy limitada la evidencia científica como para afirmar que se evitan los contagios en un 100 %.
Las vacunas lo que hacen es ayudar a que el organismo del ser humano tenga mayor resistencia al virus, garantiza que la persona no se va a complicar de salud y si desarrolla síntomas éstos serán débiles y en algunos casos imperceptibles.