El leve incremento en los casos de COVID-19, que se registra en las últimas semanas en el país, se debe a que la población está relajando las medidas preventivas contra el virus, por lo que el Gobierno del Presidente Nayib Bukele descarta que haya un repunte de contagios en una zona específica del territorio nacional.
La curva de los casos confirmados con la enfermedad empezó a dibujar un ascenso a partir de este mes, ya que el pasado martes fueron reportados 198 personas con diagnóstico positivo. El ministro de Salud, Francisco Alabi, explicó que los casos proceden de diferentes zonas de El Salvador.
El incremento de contagios se debe, en parte, a que la población ha dejado de implementar las medidas preventivas como el uso de la mascarilla y ha frecuentado aglomeraciones, a pesar de que el virus se mantiene en circulación en todo el territorio.
“Las concentraciones de personas como las que hubo en la ciudad de Santa Ana, no contribuyen en nada para el control de la pandemia”, expresó el titular del Ministerio de Salud, quien además aclaró que no existe un desbordamiento de contagios.
De las más de 1,000 camas de cuidados intermedios e intensivos del Hospital El Salvador, Alabi informó que son atendidos 415 pacientes. El promedio de atención del centro asistencial es de entre 300 y 400 personas, lo cual indica que se está dentro de los parámetros normales.
El Gobierno mantiene en vigor toda la estrategia del manejo sanitario contra el COVID-19 y corresponde a la población cuidarse y acatar todos los protocolos de bioseguridad para limitar los contagios, evitar congregaciones de personas y el uso continuo de alcohol gel y lavado de manos, entre otras disposiciones.
A la par de la estrategia de atención a los pacientes y la identificación de casos por medio de la toma de pruebas para el examen PCR, el Gobierno tiene en desarrollo un excepcional plan de vacunación, uno de los mejores modelos de Latinoamérica respaldado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La inmunidad de rebaño, que se pretende alcanzar este mismo año, se logrará cuando el 90 % de la población meta, 4.5 millones, esté inmunizada con la aplicación de las dos dosis de la vacuna anti COVID-19.