El Presidente Nayib Bukele anunció este viernes el cierre de tres cárceles en medio de ciudades importantes del país. Se trata de los centros penitenciarios situados en Sonsonate, Metapán (Santa Ana) y en La Unión.
Estas tres cárceles se localizan en lugares de alta concentración de personas y están rodeados de viviendas, negocios y mercados, lo cual los convierte en espacios vulnerables.
“Estos serán demolidos y construiremos infraestructuras culturales y educativas para nuestros jóvenes”, dijo el Presidente Bukele, al referirse a las acciones a realizar en esos espacios desalojados.
Con estos cierres se llegará a cuatro prisiones ya inhabilitadas durante la administración presidencial. A finales de diciembre de 2020, la Dirección General de Centros Penales clausuró el recinto penitenciario de la ciudad de Chalatenango, donde las autoridades construirán una sede regional de la Universidad de El Salvador (UES).
“Esto, junto con el cierre del penal de Chalatenango, nos permitirá llevar más oportunidades, pero también quitar estos obstáculos para la creación de nuevos polos de desarrollo”, detalló el mandatario.
La infraestructura donde funcionaban esos penales no fue construida para ese propósito, por lo que las condiciones de esos espacios no eran las adecuadas para ello. Los reos fueron trasladados a otros espacios penitenciarios.
La infraestructura de la penitenciaría de Sonsonate, ubicada en el barrio El Ángel, en la Sexta Avenida Sur de esa ciudad, fue creada para que funcionara un cuartel. El Gobierno del Presidente Bukele ha logrado que los centros penales ya no sean escuelas del mal, sino espacios de reinserción de los internos.
Con la implementación del Plan Control Territorial, todos los penales tienen bloqueada la comunicación con el exterior, para evitar que se ordenen crímenes desde las celdas y permitir así que los altos índices de criminalidad dejados por los anteriores gobiernos se reviertan.