El Gobierno del Presidente Nayib Bukele continúa implementando las acciones sanitarias de prevención contra el COVID-19, con el objetivo fundamental de salvaguardar la vida de la mayoría de la población. Ante la nueva ola de contagios que ha surgido en diferentes países, en El Salvador se han reforzado todas las acciones para evitar un rebrote del virus.
El ministro de Salud, Francisco Alabi, afirma que el país mantiene el promedio de contagios ente 140 y 170 casos por día, lo cual, a su juicio, está dentro de los parámetros manejables dentro del sistema de salud pública, tomando en cuenta que el 80 % de las personas que se contagian no presenta síntomas.
Solo el sábado fueron reportados 174 casos nuevos de la enfermedad, por medio de los tamizajes comunitarios y centinela, tras una muestra de 2,492 pruebas de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés).
Hay una amenaza latente en vista de que, en los países vecinos, Guatemala, Honduras y Costa Rica, entre otros, los contagios han incrementado. De hecho, fue detectada una nueva variante del virus, la denominada Californiana que es altamente contagiosa.
El Gobierno no ha dejado de hacer los tamizajes en las comunidades porque ese es un buen termómetro para los epidemiólogos, que permite saber cómo está el comportamiento de la pandemia y adelantarse con las acciones preventivas.
A escala regional El Salvador mantiene la menor cantidad de contagios y letalidades, y este es el resultado de toda la estrategia sanitaria que el Gobierno diseñó antes y durante la pandemia.
Una parte de esa estrategia es el Plan de Vacunación que el Gobierno inició el 17 de febrero pasado. A esta fecha, van cerca de 200,000 personas vacunadas y el proceso avanza, pues para inicios de la semana entrante está prevista la habilitación de un megacentro de vacunación donde se tendrá la capacidad de aplicar 10,000 vacunas por día, con lo cual se estaría llegando a las 30,000 dosis diarias en todo el país.