Las diferentes instituciones que conforman el Gobierno del Presidente Nayib Bukele están activadas y vigilando, de cerca, la aplicación de las acciones sanitarias de prevención contra el COVID-19 para evitar una propagación masiva entre la población durante la Semana Santa.
En estos días festivos el riesgo de contagios se incrementa porque la población tiende a bajar la guardia y relaja las medidas higiénicas, lo cual podría traer consecuencias graves y originar rebrotes de casos confirmados de contagios.
El ministro de Salud, Francisco Alabi, reiteró que los contagios se mantienen a la baja en el país, pero hace la aclaración de que no es momento de estar atenidos, sino alertas porque continúa la circulación del virus en todo el territorio.
La clave para evitar los contagios radica en no descuidar todas las medidas de prevención que se han venido implementando, como el uso de la mascarilla, lavarse las manos con agua y jabón, mantener el distanciamiento social y, sobre todo, escapar de las aglomeraciones.
A diferencia de otros países que están regresando a endurecer medidas como el confinamiento domiciliar y limitar la circulación de los ciudadanos en las calles, en un intento por contener la propagación del virus, acá en El Salvador se ha evitado pasar a una segunda ola de contagios.
Es un hecho que el Gobierno ha desarrollado un excelente trabajo protegiendo a la población con la implementación de diferentes acciones sanitarias que resultaron ser efectivas, por ello es que la economía está prácticamente abierta en su totalidad y al terminar las vacaciones se reinician las clases semipresenciales en los centros educativos.
La pandemia será superada del todo, siempre y cuando todos los sectores trabajen unidos con el Gobierno. La disciplina demostrada por la mayoría de salvadoreños para acatar todos los protocolos de bioseguridad ha sido clave. El Salvador es un ejemplo para el mundo en el combate de la pandemia.