El Presidente Nayib Bukele anunció un veto a la Ley General de Aguas que la Asamblea Legislativa tiene previsto aprobar a última hora, lo que confirma que se está defendiendo el interés de los salvadoreños y que no sancionará leyes aprobadas de forma exprés por los diputados, quienes están a menos de 40 días de abandonar sus curules.
“Y si lo superan (el veto) ya no tienen tiempo para que se convierta en ley y será derogada por la nueva Asamblea Legislativa antes de que entre en vigencia”, dijo el gobernante salvadoreño.
Esta decisión del Presidente Bukele es coherente y consecuente con su discurso en cadena nacional del pasado domingo, donde destacó que con ARENA y el FMLN (promotores de esta moción) “no habrá negociación”, por lo que tendrá un diálogo permanente con la población a través de organizaciones sociales, comunitarias, analistas y académicos, entre otros, “que sí representen a la gente”, sostuvo.
Lo anterior va en sintonía con esa decisión de vetar la Ley General de Aguas, que ha estado engavetada por más de 10 años en la Asamblea Legislativa y cuya discusión los diputados del bloque opositor siempre dilataron. El tema se convirtió en arma de negociación política, antes de buscar el beneficio de todos los salvadoreños.
El Presidente Bukele ha advertido, en otras ocasiones, los riesgos de que la Asamblea saliente tome decisiones apresuradas en un afán de minar al Gobierno, sobre todo luego del resultado de las elecciones del pasado 28 de febrero.
Así, el Gobierno del Presidente Bukele reafirma que el tema del agua se debe abordar de forma integral, sin beneficiar a sectores específicos y garantizando que este sea un derecho universal, temas en los que se está trabajando a través del Plan Nacional de Agua y con instituciones como la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA) y el Comisionado para el Agua, Frederick Benítez.